miércoles, 12 de diciembre de 2012

Siempre hay algo más detrás de un “Tenemos que hablar”


Siempre hay algo más detrás de un Tenemos que hablar


El domingo a las 6:00pm en las tablas del Teatro Santa Fe, ubicado en el Colegio de Médicos de Caracas, se presenta la obra Tenemos que hablar en un espacio diseñado para hacer sentir al  espectador que se encuentra en un ambiente cómodo y ameno, utilizando  un área tipo VIP con puff como asientos

Foto: Hoyquehay. Afiche obra
En un escenario, sólo presentado con dos cajones marrones y un poste con un cartel que señalaba que se trataba de una “Parada de Bus” inicia la función quedando en completa oscuridad toda la sala,empiezan a escucharse acordes de una guitarra.

La función consiste en presentar  cinco obras cortas: Tout est Merde escrita y dirigida por Daniel Dannery, Los Pelirrojos dirigida por Héctor Orbegoso, Método Le Brun dirigida por Victoria Salomón, Habitación 427 dirigida por Marianery Amín y Timing dirigida por Carlos “Caque” Armas. Los encargados de llenar de  vida a los diferentes personajes son  Abel García, Cindy Candosin, Andrés Adolfo Ruiz, Gabriella Mesones, Fernanda Godoy, Ernest Cappa y Newman Vera; y producción de Patrizia Aymerich.

Tout est Merde de Daniel Dannery, empieza con un encuentro en una parada de autobús y es el detonante para que un hombre enamorado y una mujer que no se deja amar entablen una corta relación. Ella asegura que  va a terminar con su novio, mientras él le confiesa que con sólo verla ya la ama.

Timing de David Ives, narra la graciosa historia de Betty y Pablo, dos desconocidos que representan todas  las situaciones que pueden determinar el éxito o el fracaso de una relación. El peculiar poder de reiniciar su conversación desde cero y corregir todas sus diferencias hace única esta relación.

Los Pelirrojos de Jean-Claude Grumberg y adaptada por Héctor Orbegoso,  se muestra como durante largo tiempo él es el que trabaja y ella permanece en el hogar. Argumentando que así sólo uno de  ellos se ve expuesto a los horrores de la calle: los pelirrojos. Pero la curiosidad y el deseo de salir a conocer  la obligan a ella a salir a conocer el mundo exterior, a pesar de los peligros. Escapar hace que  entienda las razones por las que siempre la mantuvo encerrada, la engaña y puede que sea un pelirrojo.

Método Le Brun de Juan Mayorga con una adaptación de Victoria Salomón, todo comienza con un charlatán, con una carpeta llena de dibujos bajo el brazo, que promete la felicidad. Margarita y sus mil caras, sin olvidar las expresiones del alma.

Habitación 427 de Alberto García Pascal bajo una adaptación de Marianery Amín, cuenta la historia de dos enfermos mentales que viven vendiendo de forma clandestina comida a otros enfermos, mientras que se inventan la libertad a través de la única ventana en la habitación.


Según la productora de la obra Patrizia Aymerich la idea central es presentar un conjunto de  obras que hagan al espectador reflexionar sobre el valor, los prejuicios, la verdadera felicidad y el paso del tiempo.

Una de las espectadoras de la obra Juliana Sánchez señala que la característica de no presentarse como una obra larguísima, brindando la oportunidad de disfrutar de contenidos diferentes dentro del mismo espacio le añade un toque especial.

Según el actor Abel García: “La vida está llena de momentos y situaciones que nos forman y esta obra solo busca retratar de forma diferente algunas de estas situaciones y dejar con ellas un aprendizaje”.

Foto: Hoyquehay. Grupo de actores

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Conoce lo que hay “Más allá de la terapia”

Foto: Daniela Velásquez. Entrada a la sala

Conoce lo que hay “Más allá de la terapia”

El Espacio Plural del Centro Cultural Trasnocho el domingo a las 7:00 pm, abrió sus puertas a la penúltima función de “Más allá de la Terapia” en su segunda temporada bajo la batuta del actor, director y dramaturgo Luigi Sciamanna y con la producción de Andrea Miartus quien también es su protagonista

En una sala oscura sin separaciones entre público y escenario se encontraban dos sillas distanciadas con una única iluminación sobre ellas. Empieza la obra y Alfredo y Prudencia quienes se conocieron a través de un anuncio de prensa acordaron encontrarse para conocerse. Él es una persona muy sentimental y llora para canalizar sus emociones; Prudencia, en cambio, cree que los hombres solo deberían llorar cuando algo les cae encima.

Foto: Daniela Velásquez. Disposición inicial del escenario
El director explica que la disposición del escenario al inicio de la obra representa la distancia física y emocional de los personajes. “Sólo a partir del momento en que los personajes se empiezan a encontrar y a unir es cuando se produce el primer acercamiento y se acercan las sillas” continuo Sciamanna “La iluminación sobre cada silla se debe  a que en ese momento de la trama sólo se esta observando el espacio psicológico y privado de cada uno”.

En la primera cita Alfredo cuenta que es bisexual y que sale con un hombre llamado Bob, Jean Carlos Rodríguez es el actor que se pone estos zapatos. Luego de este mal encuentro cada uno decide ir con su respectivo psiquiatra para hablar de la experiencia que tuvieron. El Doctor Bracamonte, personaje interpretado por Alexander Solórzano, es un hombre con problemas de eyaculación precoz que somete sexualmente a su paciente. La Doctora Wallace, la reconocida actriz de Reverón Sheila Monterola es quien da vida a esta singular Doctora, es una mujer con una alta calidad humana que considera como prioridad expresar y exteriorizar los sentimientos, sin importar cuales sean.

Bajo una luz azul que según el director deseaba transmitir una sensación romántica y de pasión, ambos protagonistas tienen su primer encuentro romántico. Prudencia decide confrontar a Bracamontes, bajo una luz roja que busca dar un efecto de tensión y rabia entre ambos personajes. Al final se encuentran todos en un lujoso restaurante donde Andrés, interpretado por Juan Carlos Martínez, apuesto mesonero se convierte en la manzana de la discordia.

Foto: El Universal. Grupo de actores
Juan Carlos Martínez explico que la intención de la obra es tomar las relaciones de pareja con un humor ácido característico del creador. Alexander Solórzano añade que hay frases de los personajes que se pueden aplicar a la vida diaria. “La esencia de la vida es el caos y por eso es que la gente se toma siempre de las manos, para enfrentar el caos juntos”. Ambos actores coinciden en que la esencia de la obra se encuentra en trasmitir situaciones cotidianas que refuercen el sentimiento de apreciar la imperfección humana.

Fuente: Trasnocho. Afiche de la obra